Los precios de los autos cero kilómetro pegaron un salto acumulado de 43% durante la primera quincena de diciembre. Esta semana aumentaron su precio de lista un 25%, que se sumó al 15% promedio que habían subido a comienzos de mes.
La fuerte suba que decidieron las terminales automotrices, que controlan más de 95% del mercado de vehículos 0 km de la Argentina, llevó incluso a que autos típicos de la clase media como el Fiat Cronos y el Peugeot 208 ya estén alcanzados por el mal denominado “impuesto al lujo”, que incrementa en un 25% el precio de venta de las unidades por arriba de los 14 millones de pesos.
Un modelo “barato” como el Toyota Etios, un auto que se acaba de dejar de fabricar en Brasil pero del cual todavía quedan algunas unidades en venta, ya supera los 10 millones de pesos de precio de lista.
La suba de precios es un reflejo no de la inflación sino de la devaluación dispuesta por el flamante gobierno de Javier Milei. Tras el incremento en la cotización del dólar oficial, que pasó de 360 pesos a 800, las terminales más vendedoras, como Stellantis (Fiat, Peugeot y Jeep), Toyota y Volkswagen enviaron nuevas listas de precios con incrementos de entre 21% y 26%. Los aumentos fueron comunicados a las concesionarias entre el jueves y el viernes.
De esa manera, las versiones más caras de los Fiat Cronos y Peugeot 208, dos de los modelos más vendidos de 2023, ya superaron los 14 millones de pesos y automáticamente pasan a tributar la primera escala de los impuestos internos que dispone la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Esa primera escala es de 20%, pero por la acumulación de gravámenes que afecta, termina impactando con una suba de 25% en el precio del modelo.
Es posible que con el cambio de gobierno la AFIP ahora modifique el ritmo de actualización de los impuestos internos, que había sido de una vez cada tres meses desde que Sergio Massa llegó al Ministerio de Economía. Pero al menos durante este fin de semana, con los impuestos internos como están, hay Peugeot 208 con un precio de lista de $16 millones que, cuando se le incorporan el “impuesto al lujo” pasa a costar 20 millones de pesos.
Con ese nuevo esquema de precios, en algunas concesionarias cambiaron rápidamente de chip: pasaron de tener autos guardados bajo siete llaves y una modalidad de venta en la cual los sobreprecios eran moneda corriente, a ofrecer unidades incluso a precio viejo.
Esos vendedores, con cabeza más financiera que puramente comercial, hicieron cuentas y llegaron a la conclusión que se viene una época de ventas más bajas y que les conviene tener un “stock” de unidades más reducido.
Así lo explicó uno de ellos, un empresario importante que maneja tres marcas de las que integran ADEFA y una cuarta marca, de origen chino, dentro del atomizado mundo de las concesionarias oficiales (son alrededor de 400 en todo el país, con más de 1.000 salones de venta).
“La terminal me entrega una unidad con la facilidad de poder pagarla entre 15 y 30 días. Yo estoy vendiendo unidades que me entregaron entre el 15 y el 30 de noviembre, con precios de principios de noviembre y las estoy cobrando con precios de principios de diciembre, sin el 25% de este viernes“, dijo el concesionario.
-Pero así cobra menos pesos y no va a poder reponer la unidad en enero.
-Es verdad, ese precio en pesos no me asegura que pueda reponer la unidad a principios de enero. Pero yo ya vendí y en dólares tuve un precio importante. Prefiero dejar el capital en dólares, o en bonos, y ver cómo sigue el mercado. Achico mi stock de vehículos: en vez de tener 60 pick ups para vender, me quedo con 20 y sigo en carrera.
En el otro extremo, en otro grupo de tres concesionarias, todas de marcas del paraguas Stellantis, optaron por una política conservadora. “Está todo frenado, no hay precios de reposición y eso es complicado. El dueño ya nos avisó que le van a facturar autos a partir de enero”, dijo el gerente general de ese grupo.
-¿Quiere decir que están de vacaciones hasta fin de año?
-Y, algo así. No creo que nadie hoy venda un auto, si la terminal no repone.
En otra concesionaria, de una marca de origen japonés, recibieron el viernes nuevas listas de precios con incrementos del 21% al 26%.
“Hoy estamos ofreciendo vender unidades de nuestro propio stock, con los precios vigentes en diciembre, que no sabemos a qué precio vamos a reponer en enero, lamentablemente”.
-¿Eso no es vender a pérdida?
-Siempre tenemos nuestra consigna de hacer operaciones rentables, que nos generen utilidades, que nos permitan pagar sueldos, gastos, alquileres, impuestos y tener dividendos. A pesar de eso, en oportunidades tenemos que dejar de ganar, o directamente perder como en este caso, por presiones fabriles, y en estos casos, tratamos de hacerlo con altura.
Fuente: Clarín
